LA REINA MICHÈLE (parte 2)


Tras tantos años de esfuerzos y triunfos, llegaba el momento de la verdad y Michelle Mouton se estrenaba en el Campeonato Mundial de Rallies de la mano de Audi, formando equipo con Hannu Mikkola. Así pues, el equipo se plantaba en el Montecarlo de 1981 con muchas incógnitas por despejar, sobre todo relativas al rendimiento del Quattro.

Tras varios meses de pruebas, seguramente los dos pilotos ya sabrían lo que tenían entre manos: un coche potente y de gran agarre, pero pesado, torpe y complicado de conducir, que les daría una clara ventaja en las superficies más deslizantes pero que les haría sudar en rallies de asfalto o tierra con mucho grip. El reparto de pesos, condicionado por ese cinco cilindros en línea colgado del tren delantero, también le haría sufrir mucho en rallies lentos. Podría decirse que la estrategia pasaba en su mayor parte por confiar en el éxito de la tracción total, la superior potencia y el talento de sus pilotos.

Ya que sacamos a colación a los pilotos, hay que hacer aquí un paréntesis para hablar de la relación entre Hannu y Michelle. Si a lo largo de su carrera la piloto encontró el desprecio de algún compañero masculino, con su compañero lo sucedió todo lo contrario: fue el primero en confiar en ella y en su potencial, amén de prestarle siempre toda la ayuda que pudo, tanto así que la participación de Mikkola en la puesta a punto del coche de Mouton fue enorme: trabajo de suspensiones, tarado de diferenciales, elección de neumáticos... Impagable el fair play y la honradez del finés.



Volvamos pues al Montecarlo del '81. El rally comenzaba torcido para Audi pues Mouton no pudo ni siquiera comenzar debido a un fallo en la bomba de combustible que no pudieron solucionar. La edición de ese año, con poca nieve sobre el asfalto, impidió al Quattro brillar como el equipo hubiera querido, pero el coche demostró su poderío en varios tramos. Mikkola también abandonaría tras una salida de pista, llevándose el rally un tal Ragnotti. No era el comienzo soñado, pero las sensaciones eran buenas.

Michéle no participó en la siguiente prueba, Suecia, pero sí lo haría Mikkola con enorme éxito, conduciendo a Audi hacia su primera victoria en el Mundial. En la siguiente prueba, disputada en Portugal, cambiaron las tornas y fue Mouton la que se llevaría todo el protagonismo quedando cuarta en una prueba disputada en su mayor parte sobre asfalto, la superficie menos preferida para el Audi Quattro.

Audi decidió, al igual que otras equipos, no acudir al Rally Safari en Kenia por los altos costes logísticos que conllevaba, por lo que su siguiente prueba fue el Tour de Corse que Michèle tan bien conocía. Pese a ser asfalto, las ganas del equipo de hacer un buen rally eran enormes, pero la mala suerte quiso que ambos pilotos abandonasen, al partirse el árbol de levas en el motor de Michèle y dañarse gravemente los pistones en el caso de Hannu. No les irían mejor las cosas en el Rally Acrópolis, donde el equipo fue descalificado cuando iban primero y segunda por inflingir el reglamento con unos falsos faros que permitían el paso del aire para lograr una mejor refrigeración, circunstancia que propició el cese del director Walter Tresser, quien sustituido por Roland Gumpert.



Las dos siguientes pruebas, en Argentina y Brasil, tampoco contaron con la presencia de Audi por idénticos motivos que en el caso de Kenia. Llegó entonces el mítico 1000 Lagos en Finlandia, rally en el que Michéle tampoco tendría mucha fortuna, terminando decimotercera tras muchos problemas con el coche. Mikkola si consiguió un resultado más esperanzador en su casa, subiendo al podio tras Vatanen y Alen.

En la antepenúltima prueba de la temporada, disputada en Sanremo, Michèle y Fabrizia harían historia imponiéndose por más de tres minutos al Talbot de Toivonen y convirtiéndose así en las primeras mujeres que ganaban un rally del Campeonato del Mundo, hazaña que 35 años después sigue sin ser igualada.

El Costa de Marfil '81 no contaría con la participación del equipo Audi, al contrario que la cita que cerraba  -y aún cierra-  el Mundial, el RAC Rally. Luchando por el campeonato llegaban Vatanen y Fréquelin, separados por dos puntos. Mikkola se hizo con una fácil victoria, dejando un buen sabor de boca en una Audi que ya se preparaba para la temporada siguiente. Con la victoria, se subiría al tercer escalón del podio del Mundial, tras Fréquelin y Vatanen, que ganaba aquí su primer y único mundial. Michéle terminaba octava, mientras que Audi empataba con Fiat por la cuarta posición del Mundial de Constructores.



Las sensaciones en Audi tras su primera incursión oficial en el WRC eran positivas, con tres victorias y la sensación de que, con un un poco más de trabajo, un poco de suerte y todo lo aprendido podrían aspirar al campeonato. Y así llegó la temporada de 1982, que contaremos en la tercera y última parte...


LA REINA MICHÉLE (parte 1)


Contenido extra

Sólo cuando eres tan buena puedes permitirte volcar un Audi Quattro carísimo con esa clase, sonreir y esgrimir un "I am really sorry"...



... o protagonizar vídeos que explicaban al ciudadano de a pie que un coche de rally de quiensabecuántos caballos es más rápido que un Golf GTI de calle. Por si pudiese haber alguna duda, quién sabe...




2 comentarios :

  1. Muy grande, no soy un gran seguidor del rally y no la conocía pero me ha gustado.
    Saludos.

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    1. Muchas gracias! Siempre me ha parecido una historia interesante y me llama particularmente la atención que, cuando se pretende resaltar el papel de la mujer en el automovilismo, se destaque a Danica Patrick o Carmen Jordá y nadie se acuerde de Michéle Mouton, una piloto mucho más talentosa que estas dos últimas. Al menos desde mi punto de vista

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