VISITA AL MUSEO SKODA


Hace unas semanas, durante un reciente viaje a la República Checa, tuve la oportunidad de acercarme a Mladá Moleslav, donde se encuentra el museo de Skoda, el fabricante local de coches ahora bajo el paraguas del grupo Volkswagen. La oportunidad perfecta para hacer un artículo sobre la marca y su historia.

Antes de llegar al museo, lo primero que llama la atención, incluso a un ojo no demasiado entrenado, es la gran cantidad de Skodas que te encuentras en la ciudad: desde modernos Octavias, Fabias y algún Superb hasta antiguos Felicia y Favort. Esta es una tónica que se repite bastante en todo el país, pero en Mladá Moleslav alcanza niveles superlativos. Lo cierto es que se dan las condiciones ideales para que esto ocurra: juntas un sueldo medio algo menor de 1.000 euros y una empresa, orgullo nacional, que por lo general produce coches con una interesantísima relación calidad/precio y te sale esto.

El museo está bien indicado desde que llegas a la ciudad, de unos 40.000 habitantes. En la entrada pegamos las 700 coronas que cuesta la entrada  -unos 3 euros al cambio-  y confieso que me llevé una pequeña decepción: ese museo está pidiendo a gritos una galería mayor donde todos las piezas puedan ser contempladas de cerca y no desde 3 metros más abajo. Especialmente doloroso fue ver los preciosos Octavia y Felicia del Campeonato del Mundo de Rallies subidos en lo alto y con el acceso prohibido a una plataforma superior que permitía verlos mejor  -aunque no en ese momento, se estaba llevando algún tipo de obra o reforma- . Afortunadamente, y tras "arrastrarme" un poco con las simpáticas chicas de recepción, dijeron que mirarían para otro lado cuando yo subiera.

Me costó perdonarles el tener que ver al Octavia WRC del Safari de esta guisa... 

Decidí ponerme a recorrer cámara en mano el museo, listo para recorrer la historia del fabricante checo...

Cuando Skoda era Laurin & Klement

Tal vez te suenen de algo estos dos nombres, porque hoy dan nombre a una versión especial del Octavia. Son los apellidos de dos tipos, ambos de nombre Václav, que decidieron abrir una taller de bicicletas en 1985. Suele ocurrir cuando uno le pone pasión a lo suyo que el negocio "degenera" y al final, donde pensabas hacer bicicletas, acabas haciendo bicicletas, motos y coches.

El primero de sus coches fue el Laurin & Klement A y apareció en 1905. No tardó en ser un éxito y pronto pasaron a ser el mayor constructor del Imperio Austrohúngaro. Tardaron solo un par de años más en producir su primer coche de carreras  -carreras de las de entonces-  al que llamaron FC. Hasta trece modelos llegaron a producir antes de la Gran Guerra.

Laurin&Klement A

Durante el conflicto, se dedicaron a producir camiones aunque no con demasiado éxito, circunstancia que les llevó a fusionarse con otra empresa y fundar así Skoda. Tras la guerra y las dificultades de la posterior depresión económica, Skoda volvió a la senda del éxito con el Popular, aunque poco duraría la alegría porque años más tarde, el entramado industrial nazi la absorbería para dar soporte a Alemania cuando se llevó a cabo la ocupación de Checoslovaquia

Tras la Segunda Guerra Mundial apareció la serie 1101, que no era si no un mejorado y remozado Skoda Popular. A pesar de ser parte del régimen económico centralizado soviético mientras estuvo vigente el telón de acero, Skoda siguió produciendo buenos coches al menos hasta bien entrados los '60, con modelos como el 445 o el 1000MB.

Skoda 110 LS de finales de principios de los '70

Sin embargo, el aislamiento del resto del mundo y las directrices comunistas hicieron inviable seguir haciendo coches punteros y con aura, y así llegaron los años ochenta, con Skoda produciendo coches con algunos conceptos propios de décadas anteriores. A pesar de las soluciones anacrónicas de sus coches, Skoda importó muchos coches especialmente al Reino Unido, donde por precio y fiabilidad  -ya sabéis lo que dicen de los coches rusos: siempre rotos, nunca estropeados-  fueron apreciados y tuvieron su cuota de éxito en competición en carreras míticas como el RAC.

En 1987 Skoda dio un golpe de efecto con el Favorit: un coche de segmento B que se posicionaba relativamente cerca  -al menos comparado con lo producido años atrás-  a lo visto en Europa: diseño moderno y atractivo de Bertone, motor y tracción delantera  -casi una novedad para los soviéticos-  , económico y fiable como un martillo gracias a su mítico bloque 1.3 con alguna concesión a la modernidad y menos mal, porque no es sino un desarrollo del motor que ya llevaba el 1000MB en ¡1964!. Duro como una roca, tuvo éxito tanto en los paises del este como en la Europa occidental y fue la base perfecta para hacer un coche que en 1994 se alzó con el título del Campeonato del Mundo FIA 2 litros  -precursora del S1600-  compitiendo con un modestísimo motor de solo 1.3 litros.

El Felicia Kit Car, sucesor del fantástico Favorit Kit Car

En 1991 Skoda pasó a manos de Volkswagen como parte del plan de privatización de la industria nacional Checoslovaca. Renault  -que 8 años más tarde se haría con Dacia-  también estuvo interesada, pero lo prometido por Volkswagen resultaba más lucrativo al ya extinto país. La puesta al día del fabricante checo bajo el paraguas alemán fue casi inmediata y se notó en el Felicia del '96, construido sobre la base del Favorit pero mucho mejor terminado y más logrado en términos de calidad. El Felicia no revalidaría el título el título en dos litros que consiguió su antecesor, pero sí plantaría cara a los todopoderosos Ibiza Kit Car, Renault Mégane Maxi y Peugeot 306 Maxi, coches netamente superiores.

Fuera de la competición y con el Octavia y el Fabia ya en el mercado, basados ya en plataformas compartidas por todo el grupo VAG, Skoda se metió por nuestros ojos definitivamente hasta hoy, donde en España vende hasta nueve modelos que cubren prácticamente todos los segmentos: el A con el pequeño Citigo, el B con el Fabia y el Roomster, el de los compactos con el Spaceback y el Rapid, el D con el Octavia y el Superb y por último el Yeti, que viene a ser una suerte de SUV. Con la industria automovilísitica luchando por salir de la crisis, Skoda no hace más que revisar sus previsiones de ventas al alza en nuestro país, habiendo cerrado el 2014 con alrededor de 16.000 unidades vendidas. Su secreto está en su propio lema: simply clever.






Galería de imágenes



El precioso concept Vision D te recibe. Debería producirse hoy mismo tal cual... De muchos de sus rasgos bebe el nuevo Fabia


Skoda Felicia

Skoda Favorit, inconfundible... salvo con el Lada Samara

Pequeñas maravillas de la ingeniería...
El 110, de los primeros modelos de la marca Laurin&Klement


Con su entrada en Volkswagen, Skoda pudo beneficiarse de las tecnologías y sinergias del grupo



Algo han evolucionado los "cockpits"...

Antes que coches, Laurin y Klement hacían motos o bicis con motor, llámese como se quiera

El recorrido de Skoda en competición no empezó en los '90 como muchos piensan...

...y esta joya viene a corroborarlo



Diseño soviético donde los haya...





Piezas de un motor antiguo: cigueñal, pistónes, bielas y sus cabezas, casquillos...

Más de los mismo: bujía, muelle de la válvula, un taqué y la propia válvula




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