CIVIC TYPE R: LA ESPERANZA DE HONDA




Si tuvieramos que hacer un cuerpo humano con los compactos más racing del mercado, podríamos que el Golf GTI es el cerebro, el Giulietta QV el rostro y el Mégane R.S. el corazón. El Focus RS junto con el Astra OPC bien podrían ser el músculo, y el Pro Cee´d GT y el Leon Cupra, dos fuertes brazos. Con el Mazda 3 MPS sin confirmar y los magníficos pero carísimos S3 y M135i por ahí rondando... ¿hay sitio para otro más?

Detrás de un rotundo "sí" está Honda, que mañana nos mostrará en el Salón de París su última obra: el Civic Type R. La marca nipona llega con retraso  -aunque esto también puede suponer una ventaja-  y habiendo creado mucho hype, muchas expectativas alrededor del modelo. Unas expectativas que ahora está obligada a cumplir si quiere tener algo que decir en el disputado segmento GTI.

Las filtraciones de las última semanas y algun teaser nos muestran un Civic terriblemente agresivo  -muchos dicen que demasiado, aunque personalmente no coincida-  , tanto que parece imposible que pueda ser rival de coches tan "blanditos" estéticamente como el Golf o el Giulietta. Casi podría afirmarse que el nuevo Civic es el Lamborghini Veneno de los compactos.


Dicen desde Honda que será el Civic más potente de la historia, lo cual no es mucho dicir habida cuenta de que el EP3 (2001-2006) tiene 200 CV y el FN2 (2007- 2011) recibió una mejora que supuso... exáctamente un caballo más de potencia. Mañana sin embargo, parece que Honda traerá algo nuevo. Algo REALMENTE nuevo. Despidámonos de los emocionantes, salvajes y brillantes K20 atmosféricos  -con el régimen de máxima potencia... ¡a 7.800 rpm!-  porque el futuro del Civic es viene turbocomprimido para ponerse a la altura de sus rivales. Las primeras voces discordantes no se hicieron esperar cuando se conoció la noticia, yo mismo reconozco que sufrí una ligera bajada de tensión al leer "Type R" "Honda" y "turbo" en la misma frase. Pero para emitir mi juicio final, prefiero esperar a las primeras pruebas, porque algo me dice que Honda guarda un as bajo la manga.

Se supone que veremos un i-VTEC Turbo de dos litros. Algunas fuentes hablan de 276 CV, otras de más, pero en lo que casi todos coinciden es que no vendrá con menos de 280. Sea como sea, el motor trabajará de manera conjunta con una caja de cambios manual de seis velocidades, y será así porque en Japón saben que una caja de cambios automática en un coche de este tipo le corta el rollo al petrolhead de turno.



Incluirá alguna sorpresita más, como suspensión adaptativa con varias configuraciones, una de las cuales promete ser verdaderamente extrema, dicho esto en el mejor de los sentidos. Tampoco faltará el ya extendido botoncito, en este caso llamado "+R" con el que el mapeado del motor será más agresivo, así como el tacto del acelerador o la dirección. Y hablando de dirección, desde Honda prometen combatir el torque-steering con un novedoso sistema para las suspensiones delanteras  -tengo mucha curiosidad por conocer este sistema-  , todo con el fin de mejorar el guiado de la dirección incluso en las fases más extremas de aceleración.

Habrá que esperar pues unas horas para pasar de rumores, suposiciones y adinivinanzas y conocer la verdad acerca del prometedor Honda. Quién sabe si, en el hipotético cuerpo del que hablábamos al principio, el Civic Type R no será el alma...









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