ALFOMBRILLAS, LAS OLVIDADAS


Las alfombrillas son una de esas cosas de las que solo nos acordamos cuando nos plantean problemas pero que ignoramos casi por completo el resto de la vida útil del coche, sin darnos cuenta de que, como tantos otros elementos de desgaste, se van deteriorando. Y aunque no seamos capaces de apreciarlo, envejecen considerablemente el aspecto interior del coche.

La primera toma de contacto con este simpático elemento que protege el coche de la mayor parte de la suciedad que llevamos en los pies  -sobre todo en mi caso, que piso todo lo pisable-  suele comenzar peleándonos con el concesionario para que nos las regalen y no tengamos que pagar como por ellas como equipamiento extra. Afortunadamente esto ya ocurre menos, pero sigue sucediendo: en un Skoda Fabia en sus versiones básicas son un extra de 40 euros. Una alfombrilla reversible para el maletero de un Peugeot 208, son 35 euros.

Luego, salvo alguna vez que se nos desplaza o dobla, no nos volvemos a acordar de ellas hasta algunos años después cuando, por más que las sacudimos y limpiamos, no recuperan su aspecto original: el polvo y la suciedad hacen mella y el constante pisoteo arruina el mullido. Tenemos tres posibles soluciones: la primera, comprar unas alfombrillas universales en alguna gran superficie, con el inconveniente de que no suelen encajar del todo bien. La segunda, ir al concesionario oficial, donde a un precio no siempre asequible y no demasiada variedad podremos encontrar buenas sustitutas. La tercera opción es recurrir a una empresa aftermarket como Soloalfombrillas.es, una empresa dedicada a esto que se ha puesto en contacto con este blog para dar a conocer su producto.



La opción de Soloalfombrillas.es aúna muchas de las ventajas de las otras alternativas sin tener algunos de sus inconvenientes, empezando por la comodidad de que las tengas en casa en unos días. Se pueden adquirir en su página web, donde una vez seleccionado tu vehículo  -salvo que tengas una verdadera rareza, lo encontrarás-  se pueden escoger numerosas características relativas al producto; sin duda, está es para mí su mayor baza.

Hay cuatro materiales disponibles: goma, para los más camperos, un tipo de fieltro, un velour normal y otro velour especialmente mullido. También se puede escoger entre tres colores diferentes (negro, antracita o grafito) y prácticamente el color que queramos para las costuras, pudiendo hacer combinaciones a juego con el color del coche o con los pespuntes que tenga el volante o el salpicadero.

También está la posibilidad de añadir algún texto, con varios colores y fuentes a escoger y que podemos ubicar bien en el lateral o en la parte baja  -nombres como Renault o Ford no pueden bordarse por un tema de derechos de marca-  y cuentan con un sistema de fijación para que no se muevan. En nuestro caso hemos decidido no utilizarlo porque se sujetan perfectamente por sí solas y en algunos modelos implican hacer un poquitín de bricolaje.



Las que podéis ver en las imágenes son un modelo de velour normal color grafito, con los bordados en naranja y el nombre del blog en el mismo color estampado en el lateral. Se ve claramente que las originales no resisten la comparación y no sólo porque tengan más de 10 años de maltrato encima: las nuevas son de un material mejor y más agradable e incluso cubren mejor la superficie, particularmente en las plazas traseras.

Aunque personalmente nunca les haya dado ninguna importancia, lo cierto es que el coche da una impresión considerablemente mejor que antes, se nota enseguida y es un cambio que recomiendo particularmente si tu coche ya es viejo pero te gusta cuidarlo y tratarlo bien, o si lo vas a poner a la venta y quieres transmitirle una buena impresión a algún interesado. Al fin y al cabo, es el tipo de detalle que hacen ver que el coche ha sido cuidado como si fuera algo más que un electrodoméstico.




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