PRUEBA: MAZDA MX-5 1.5 (Parte 3)


Hora de despedirse del Mazda MX-5 y devolverlo a Hiro Motor, donde imagino que ya lo estarán echando de menos. Si decidiera quedármelo,  -estoy a tres cervezas de hacer una locura-  sería la unidad "un millón y poco" que el fabricante de Hiroshima coloca a otro afortunado. Es el roadster biplaza más vendido del mundo, y tiene detrás comunidades, clubs de propietarios y foros para aburrir y un nutrido mercado de piezas aftermarket para hacer lo que quieras con él. Además, es lo suficientemente exclusivo para ser distinto pero no lo suficientemente llamativo para que corran a comprárselo todos los que no quieren un coche para conducir sino para impresionar. Detrás del volante de un Miata, suele haber un tipo al que le gustan los coches.

Curiosamente, los últimos kilómetros con "mi" MX-5, volviendo de perderme por carreteritas asturianas, no voy intentando disfrutar sino echando números y haciéndo cábalas. Empiezo por esto último.

¿Podría tener este como coche único de uso diario? El corazón empieza a latirme fuerte pero me decido a pensar: veamos, es el acabado Syle +, el intermedio. De serie tengo cosas como Bluetooth, dos USB y jack de 3.5mm, la pantalla táctil MZD Connect, unos asientos de cuero que no son los Recaro opcionales pero son magníficos y además calefactados, climatizador, control de crucero, sensor de lluvia y luces, faros LED en todas sus funciones, alerta cambio carril, sensor presion neumáticos y la dotación habitual de airbags y controles electrónicos, que son desconectables (salvo el ABS, obviamente). 


Demonios, ¡hasta me sobran varias cosas! No obstante echo algo en falta y no es el navegador  -un extra incluido en la unidad probada-  aunque me vendría bien para encontrarme cuando decidiera conducir sin rumbo. Quiero el autoblocante, y no me importaría tener el sensor de aparcamiento. La barra antitorsión también sería un extra que quizá pondría. Tampoco descartaría comprar más adelante una baca porque, aunque no soy de pegarme mucho con el maletero, el del Mazda no es precisamente espectacular.

En cualquier caso no son los extras y el equipamiento lo que más preocupa: es el condenado color. Blanco es precioso, asi como un blanco "roto" que también se ofrece. El Meteor Gray es espectacular y en ese rojo perfecto tan famoso de Mazda, Soul Red, te deja helado. Este sería sin duda mi principal dolor de cabeza, pues con el motor no creo albergarlas  -el rabioso 1.5-  y lo demás... es superfluo en este coche.

Sobre el uso cotidiano, en autovía no disfruto corriendo, así que esa notable rumorosidad no me afectaría demasiado. En carreteras nacionales de cualquier índole ya hemos dicho que es un coche brillante y en ciudad su pequeño tamaño te facilita aparcar, maniobrar y hacer con el lo que harías con un Mazda 2, o casi. De manera que concluyo, en los 30 segundos en los que se me ha pasado todo esto por la cabeza, que no tendría ningún problema en tenerlo como coche único y de diario. Me queda un asunto esencial: los costes. Tener un coche está muy bien, pero además de comprarlo hay que mantenerlo. Y llamadme suspicaz, pero algo me dice que si tuviera el Mazda no cambiaría pastillas cada 8 años ni se me cristalizarían los neumáticos. 


Veamos: llevo unos neumáticos 195/50 R16, los Yokohama Advan que ya mencioné en la segunda parte de la prueba, que salen a unos 125 euros la unidad. Pero es que unas Uniroyal Rainsport 3 o unas Continental Premium Contact 2 salen a 100 euros la esquina, y todavía te quedan alternativas como las Toyo Proxes T1R por unos 80. Ahora ve y explícale a tu vecino el que se acaba de comprar un Clio dCi con llantas de 18" que los neumáticos de tu deportivo cuestan una cuarta parte menos que los suyos...

El seguro: echando un vistazo rápido a cualquier comparador, no sale que un joven de 29 años, sin siniestros, con 10 años de carnet, que guarda el coche en garaje comunitario y hace 10.000km/año pagará entre 300 y 400 euros por un seguro a todo riesgo con franquicia de alrededor de 250 euros, que es básicamente lo que te cuesta asegurar un Seat Ibiza.

De impuesto de matriculación se paga un 4,75%, el mínimo posible después de la exención, que correspondería a coches que emiten menos de 120 g/km. El MX-5 supera por poco esta cifra, por lo que quedaría encuadrado en ese escalón. En cuanto a esa ridiculez de los caballos fiscales, que determinan el impuesto de circulación  -cuya recaudación es municipal y no estatal, es decir, un bebedero de patos-  dependerá en gran medida de tu localidad, pero dado que depende básicamente de la cilindrada y el número de cilindros, estarás en los escalones más bajos.

El tema del consumo también es alentador: puedes bajar de 6 litros  -has leído bien-  sin hacer cosas raras de ir en punto muerto, y en conducción normal despreocupada te quedarás en algún punto alrededor de los 7 l/100 km. Sumale otro litro si te gusta sacarle partido al motor con mucha frencuencia y para ahi, porque para llegar a los 9 l/100 km hay que ser realmente salvaje y no darle ni medio respiro al coche. Ventajas del peso y la tecnología SkyActiv

Te puedes imaginar, tras concluir todo esto, lo dolorosísimo que fue entregar las llaves en el concesionario Hiro Motor, ya anocheciendo. Impotencia es la palabra, aunque con el paso del tempo me he dado cuenta de que sólo fue un aplazamiento. Por si fuera poco, antes de marchar Nacho, el "facilitador" de la prueba, empezó hablarme de precios, de expectativas de ventas... Debía de estar relamiendose, no creo que tenga siempre a sus potenciales clientes tan a punto de caramelo como estaba yo en ese momento.

Es un coche que me ha roto todos los esquemas: nunca me han llamado la atención los descapotables, porque atraen demasiada atención y el clima que vivo a diario no anima a retirar el techo. Un motor de litro y medio tampoco es en principio algo que pueda entusiasmar a un petrolhead, tener 131 CV tampoco dice demasiado y hoy en día pagar 22.000 euros por un biplaza pequeñito te hace sentir, cuando menos, raro. Pero aquí estoy, deseando tenerlo como solo me había pasado con 15 años y el Alfa 147 GTA.

Quizá el problema sea que para algunos no es un capricho, sino el coche más racional que el bolsillo modesto puede comprar.




Valoración 

(Qué mejor coche que el Miata para estrenar método de puntuación, donde se evalúan básicamente el atractivo y la imagen, la practicidad/ergonomía, el coste y los intangibles. Al final del cuadro hay un enlace en el que se explica mejor cada punto. Como siempre, podéis utilizar los comentarios para poner vuestras propias notas o dar vuestra opinión.)



MAZDA MX-5 (ND) 1.5 131 CV STYLE +

Foto de perfil: Cuesta pensar que no le pueda gustar a alguien, y más ahora que estrena imagen más agresiva y deportiva que nunca. Típico coche al que coges cariño y por el que llegas a desarrollar sentimientos preocupantes 9,5/10

Sonrisa paterna: Como buen deportivo y coche distinto que es, arrastrará prejuicios de todo tipo, salvo para tí y para ese vecino al que también le gustan los coches. Te pasarás más tiempo intentando justificarte que enseñándolo. 3/10

Viaje al pueblo: Tus primos tendrán que hacer cola porque solo puedes pasearlos de uno en uno, los 150 litros del maletero dan para lo que dan y en Ikea tendrás que usar su servicio a domicilio.  No es incómodo pero sí ruidoso. El buen equipamiento eleva algo la nota 3/10

Bolsillo roto: 22.000 euros no es poco por un coche de polivalencia tan restringida, pero hay un hecho objetivo e irrebatible: por ese dinero y ese mantenimiento, NADIE te da la clase de satisfacción que da el MX-5. Ni en la misma cantidad. 9/10

Factor R: El MX-5 te llega al corazón. Se pueden contar con los dedos de una mano (y sobra alguno) los coches capaces de dejar un poso tan duradero como este. No se puede contemplar otra nota para un coche que por sensaciones se pelea (e incluso gana) al maravilloso GT86. 10/10 

¿Cómo puntuamos los coches?



No hay comentarios :

Publicar un comentario