PRUEBA: AUDI A1 1.6 TDI (parte 2)


Tras una pequeña demora, retomamos la prueba del pequeño Audi que estuvimos probando la semana pasada. Si hacemos un breve repaso, veremos que nos dej´un buen sabor de boca su muy buen acabado interior, con materiales de calidad notable, buenos ajustes y una perceptible sensación de calidad. Conveníamos que, guste o no, goza de una imagen atrevida, alejándose un poco de la sobriedad característica de Audi.

Justo lo contrario sucede con el salpicadero, quizá excesivamente soso. Su limitadas dos plazas traseras también son otro de sus aspectos menos atractivos. Vamos a sentarnos tras el volante a ver cómo se desenvuelve.

Motor y prestaciones

El A1 que hemos disfutado está animado por un TDI 1.6 que me ha dejado buen sabor de boca. Mueve con notable soltura los 1.250 kilogramos que pesa el conjunto. Aunque a muy bajas revoluciones se hace el remolón, a mil y pocas revoluciones el turbo despierta y a partir de 1.500 ya está entregando todo su par, 250NM para ser exactos. Me ha dado la sensación de ser bastante elástico, no obstante entrega sus 105 CV de potencia a 4.400 rpm.


Al motor le acompaña una agradable caja de cambios de 5 velocidades, con una tercera velocidad que da mucho juego. Son marchas tirando a largas, por lo que a velocidades legales por autovía el motor va tranquilo. En cuanto a sensaciones, no me pareció especialmente ruidoso, es más, en marcha resulta silencioso. Asimismo, tampoco resulta un motor tosco, aunque en ocasiones sí se filtren algunas vibraciones al habitáculo  -pedales, palanca de cambios-  aunque no es lo habitual.

Volviendo al aspecto prestacional del propulsor, va más que sobrado tanto en entornos urbanos como fuera de ellos. También se muestra muy capaz en carreteras nacionales o puertos de montaña, sin embargo los amantes de los coches sí que notarán, en estas circunstancias, que le falta un puntito, una veintena de caballos que permitan aprovechar mejor el buen chasis del A1. En cualquier caso estamos ante un muy buen motor, con un consumo contenido  -homologa 3,9 litros/100 km-  que en condiciones reales sin conducción eficiente baja de seis y siendo cuidadosos, estará en torno a cinco. En ciudad se aprovecha del sistema Start/Stop, de funcionamiento satisfactorio y que ayuda a bajar décimas.




El mayor “inconveniente” de este motor es sin duda su alternativa de gasolina, el notable 1.4 TFSI de 122 CV que estamos deseosos de probar.

Comportamiento

Se espera del Audi A1 que esté a la altura, especialmente dado su precio, y en gran medida lo consigue. El tarado de la suspensión deportiva  -de serie en el acabado Ambition-  ,tiene un punto de dureza que gustará mucho a los amantes de la conducción deportiva, que aún pueden optar por otra aún más dura denominada S-Line. El balanceo es muy contenido y transmite buenas sensaciones en los apoyos. Al límite, se muestra subvirador como era de esperar.


A cambio de este plus de deportividad tenemos una suspensión más dura de lo deseable en uso diario. No es incómoda, pero si transmite más de la cuenta las irregularidades del asfalto y resulta un poco seca cuando el bache es contundente o en los badenes. Obviamente no se puede tener todo. Pienso que, para quien realice una conducción sin ninguna pretensión deportiva, la suspensión “normal” es más recomendable. En todos los casos es McPherson delante y de eje torsional detrás.

El chasis hace de este A1 un subcompacto ciertamente ágil. Se mueve a gusto en esquivando el tráfico y aunque no he podido subir ningún puerto de montaña, por carretera nacional ya demuestra que puede ser muy divertido en las carreteras más retorcidas. No sé hasta qué punto se acerca al Mini de BMW en cuanto a agilidad, pues no he podido conducir este último.


En autopista y autovía, sorprende su buena estabilidad, en ningún momento da la sensación de estar conduciendo un coche “pequeño”, de menos de cuatro metros. Por calidad de rodadura, parece ser de un segmento mayor.

La dirección era tal y como uno se la espera cuando se sube a un coche “de estos de ahora”: demasiado asistida, no demasiado precisa  -ni imprecisa-  y poco amiga de transmitir lo que le pasa a las ruedas. Tal vez sea cosa mía, declarado nostálgico de las direcciones de asistencia hidráulica. Los pedales no me han sorprendido por nada positivo ni negativo, tienen sus particularidades a las que hay que acostumbrarse, como todos, pero no se caracterizan por nada en especial.

Un coche bueno, bonito y agradable, pero…

No cabe duda que el A1 es un muy buen coche. Destaca por calidad tanto interior como de rodadura, buena gama de motores, mucha seguridad  -5 estrellas EuroNCAP y 90% en protección de ocupantes-  y no acusa defectos importantes que nos puedan echar para atrás salvo el precio. Y esto no sería tan sangrante sino fuera por el pobre equipamiento que trae la versión de entrada a la gama  -detalle algo cutre de Audi el no incluir aire acondicionado de serie, aunque actualmente ya no sea así-


El coche que hemos probado cuesta, sobre el papel, 21.500€. No hay más que darse una vuelta por cualquier marca para ver a qué coches podemos aspirar con ese presupuesto, en algunas incluso nos estamos saltando a un segmento superior. Sin salirnos de su categoría ni del grupo VAG, tenemos un Polo BueGTI, con motor TSI de 140 CV y bastante más equipado y con cambio DSG por el mismo dinero.

Por lo que cuesta nuestro A1, aspiramos a un DS3 Sport con 155 CV, también mejor equipado y muy personalizable. O un Megane Privilege dCi de 130 CV equipadísimo, saltando ya a un segmento superior. Frente a sus rivales, el A1 ofrece probablemente el interior de mejor calidad y unas cualidades dinámicas de las mejores. Sin embargo se hace dificilísimo justificar esos 3.000 o 4.000 euros de diferencia que hay que pagar de más. 


Recordemos que comparte plataforma, mecánicas y mucha tecnología con el Polo y el Ibiza.
Al final, la decisión última corresponde al comprador, que deberá valorar qué recibe a cambio de su dinero. El nivel de ventas es muy bueno y, aunque en España tenemos mucha marquitis, el A1tiene bajo la manga cartas que atraen a un gran número de clientes. Sólo podemos felicitar a Audi por acertar una vez más.

Mi agradecimiento a mi compañero Ramón por todas las facilidades y su confianza. Espero que su satisfacción con su coche le dure muchos, muchos años. Tantos como nuestra amistad.

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