PRUEBA: 2012 MERCEDES-BENZ CLASE A 180 CDI (parte 1)



Un Mercedes-Benz bastante atípico. Así podríamos definir el coche que hemos probado días atrás y que hoy ocupa esta página. Se trata del extinto Clase A, un monovolumen compacto del segmento B que ha sido recientemente sustituido, sin cambiar de nombre, por un bonito compacto que ojalá podamos probar pronto.

Fue el primer Mercedes en llevar tracción delantera. Es pequeño y sus motores van dispuestos transversalmente. Características todas ellas muy poco comunes en Mercedes, que demostró agallas adentrándose en un segmento desconocido para la marca. ¿Les saldría bien la apuesta?

Primeros y controvertidos pasos

El primer Clase A vio la luz en 1997, sorprendiendo al mundo con su nuevo concepto de coche. De diseño vistoso, incluso alegre, no se puede decir que haya tenido una mala acogida precisamente, ya que hasta la fecha se han vendido más de un millón y medio de unidades.

Claro que, desgraciadamente, una de las cosas por las que más se recordará a esta primera generación será la polémica surgida en torno a su gran facilidad para volcar durante la prueba del alce  -maniobra consistente en esquivar un obstáculo de manera violenta-  
Inicialmente Mercedes negó el problema, pero acabó reaccionando como se espera de una marca de su categoría: se llamó a revisión a los 2600 unidades vendidas hasta entonces y se detuvo su producción hasta que solucionaron el problema  -debido a una incorrecta puesta a punto del tren de rodaje-  atiborrando de electrónica y retocando tarados de suspensión a todos los modelos.

Sin embargo, este gran error de ingeniería de la marca de Stuttgart  -sin duda el más público-  no debe empañar la fantástica concepción del coche en materia de seguridad. Fue el primero de su categoría en equipar ESP, sistema que nos se generalizaría hasta casi 10 años más tarde. También fue concebido de manera que, en caso de impacto, el motor cayese y se metiese por debajo del habitáculo, impidiendo que no se adentrara en el habitáculo.


Sus motorizaciones eran modestas, de 100 CV o menos salvo el A190 y el A210, de 125 y 140 CV. Un lavado de cara en 2001 le mantuvo al día hasta la aparición de la segunda generación, en código interno W169, que es justamente la que hemos conducido.

Un “huevito” bien hecho por dentro

El pequeño monovolumen de Mercedes fue rediseñado profundamente por fuera, afilando rasgos y mejorando su apariencia, pero sin perder su forma tan característica. Como siempre lo estético es subjetivo, pero a mi me ha parecido un coche agradable y elegante, especialmente en este bonito tono marrón.


Sin embargo lo mejor lo reserva para el interior, que es donde más brilla el Clase A. Ofrece una calidad que no tiene rival en su segmento. Ni siquiera es fácil encontrar terminaciones así en el mismo rango de precios. Se nota que es todo un Mercedes.

Goza de unos materiales muy buenos y casi siempre blandos al tacto incluso en sitios donde no es común encontrarlos, como la tapa de la guantera. Donde encontramos plástico duro, este siempre tiene un recubrimiento “gomoso” bastante agradable. Los ajustes son igualmente buenos, siendo difícil encontrar algo que no nos guste como encaja.



Obviamente algún defectillo tiene, como los botones sin ninguna función  -dedicados a equipamiento opcional-  que quizá estén demasiado expuestos, o la ruedas del selector de aire cuyo tacto, sin ser malo, no está a la altura de la calidad percibida en el resto del coche.

El espacio no es mayor que en cualquier otro compacto pese a su apariencia de monovolumen, aunque sin duda es bueno. También he echado en falta que los asientos traseros se desplacen longitudinalmente, una cosa muy de agradecer en este tipo de coches. Su interior es práctico, hay varios huecos útiles repartidos por el interior, algunos de los cuales incluso están tapizados.

Vamos a dejar de ser quisquillosos  -hay que serlo para notar cosas como los pequeños defectos anteriores-  y vamos a probar sus asientos, que son de una tela agradable a la vista y al tacto. Son cómodos, sin duda, con un respaldo un poco duro que no estropea esa comodidad. No son muy envolventes, pero he de reconocer que no lo eche de menos. Se tiene la sensación de ir “bien asentado”, nunca mejor dicho. Por decir algo negativo, la tela y más en color crema, es demasiado amiga de la suciedad.

En la parte de atrás es lo de siempre: dos bien, tres regular. La anchura es muy similar a la de cualquier compacto del mercado. Por altura, una persona de 1.85 todavía podrá viajar cómoda. El maletero es sorprendentemente amplio y su suelo se puede situar a dos alturas. Tiene además formas muy regulares que facilitan el “tetris” cuando es oportuno.

Equipamiento

Aquí el Clase A tiene luces y alguna sombra. En lo relativo a la seguridad, va bien equipado, con doble airbag frontal y lateral  -de cabeza y torax-  , reposacabezas activos, ABS, ESP… sin ninguna carencia notable. De elementos de confort también va servido, tiene un buen sistema de climatización con aire acondicionado, mandos en el volante, diversos detalles de cortesía… y manivelas para bajar las ventanillas traseras. Es uno de esos detalles que no te acaba de encajar y menos en todo un Mercedes –Benz. Lo mismo pasa con las llantas de acero + embellecedor, en lugar de montar unas llantas “normales”.


La unidad que probamos tenía además sensor de parking trasero, que funciona de manera correcta, así como bluetooth, que no llegamos a probar.

Como es habitual, reservamos una segunda parte para probar el aspecto dinámico del coche. Os adelanto que, aunque no lo parezca, puede ser un coche bastante divertido. 109 CV dan para mucho es este pequeño Mercedes, que además montaba el cambio automático opcional  denominado Autotronic y del cual también hablaremos. No os lo perdáis.



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