PRUEBA: BMW SERIE 3 COUPÉ 320d (parte 2)



Volvemos al BMW 320d de mi amigo Álvaro que estuvimos probando la semana pasada en las inmediaciones del pueblo lebaniego de Tudes. Lo primero que nos llamó la antención fue lo bien que le sentaba la carrocería coupe y el pack M al Serie 3, y que hacen de él un coche con mucho atractivo.

Una vez dentro nos dejamos envolver por unos asientos fantásticos, una posición de conducción magnífica y unos materiales y acabados francamente buenos. Una gran calidad interior que, por otro lado, es de esperar dado su precio. Algunos detalles del interior, como las inserciones en símil titanio, están un poco por debajo del conjunto, pero en ningún caso llama la atención en el mal sentido. Numerosos detalles hacen muy agradable la vida a bordo de los cuatro pasajeros que puede llevar.


Vamos ahora con la conducción de esta gran berlina coupé. ¿Será tan bueno como parece?

Motor y prestaciones

El 320d monta el prolífico motor diésel de dos litros que se puede encontrar en los serie 1, 3 y 5  -e incluso en el Mini-  con diferentes potencias. El de la prueba es la variante de 184 CV, un brillante motor por su relación prestaciones/consumo. Sorprende por su buena elasticidad y progresividad para ser un turbodiésel. Tiene mucho par a bajas revoluciones  -a 1900 ya entrega el máximo, 380 Nm-  . Apenas tiene esa zona, a muy pocas revoluciones, en la que el motor es muy perezoso y que es tan típica de este tipo de propulsores. Le cuesta muy poco alcanzar la zona en la que mejor se desenvuelve.


La potencia es entregada siempre de forma bastante lineal hasta pasadas las 4000 vueltas. Tiene en todo momento mucha reserva de potencia, ayudado por un cambio que permite sacar lo mejor de él. Quizá se echa en falta un sonido un poco mas deportivo, algo interesante en un coupé cuya elección se hace casi más con el corazón que con la razón. En parado y a bajas velocidades vibra un poco  -se nota especialmente en la palanca de cambios, aunque no se filtra en general al habitáculo-  , pero a medida que se sale del ámbito urbano para adentrarse en carretera el motor se vuelve mucho más refinado.


Declara un consumo medio menor de 5 l/100 km, en un coche que pesa una tonelada y media y hace el 0-100 km/h en 7.9 segundos. En la vida real y en una conducción normal, se pueden promediar algo más de 6 litros perfectamente. Esta unidad que hemos probado marcaba 7 litros siendo gran parte del uso en ciudad y sin atisbos de conducción eficiente.

Comportamiento

Siendo francos, esperaba un coche mucho más “burgués”, más berlina y menos coupé, para entendernos. Nada más lejos de la verdad. BMW ha sabido imprimir al Serie 3 coupé ese carácter deportivo que otras marcas quizá no se hubieran atrevido.


Los primeros kilómetros sorprende enormemente lo directa que es la dirección y lo bien que guía el coche. Hasta que te acostumbras, cometes varias imprecisiones y más si de buenas a primeras te metes en una tortuosa carretera nacional. Una vez te haces a ello, empiezas a apreciar las bondades del chasis y su puesta a punto.

A quién esté buscando una berlina coupé cómoda, es mejor que vaya por otros derroteros, como puede ser el Passat CC o el Peugeot 407 Coupé. Este BMW tiene una configuración deportiva que sacrifica comodidad a favor de sensaciones. Mientras que a unos les parecerá incómodo, a otros  -como a mí-  les parecerá sencillamente perfecto.

Y es que es increíble ver con qué facilidad se inscribe en las curvas, ayudado por esa dirección tan directa y precisa y una suspensión ciertamente dura. El balanceo es prácticamente inexistente, vira siempre muy plano e invita a tomar curvas con rapidez y decisión, engranando marchas con su corta palanca, cuyos recorridos son cortos y precisos.

Con el asfalto en buenas condiciones, es una auténtica maravilla ya sean lentas y cerradas curvas o abiertas y rápidas. Va asentado como un verdadero deportivo y puede devorar kilómetros a un ritmo pasmoso. Cuando el asfalto se torna irregular y bacheado, esa misma suspensión tan firme se vuelve un poco en contra, especialmente la del tren trasero, más seca de lo deseable.


A la hora de buscarle las cosquillas, puede sorprendernos con unas reacciones bastante vivas por el ya mencionado tarado de suspensiones y su tracción trasera. En cualquier caso la electrónica se encarga de mantener las cosas bajo control. Esta electrónica tiene una configuración intermedia más permisiva con el tren trasero que puede hacer al coche más divertido.

Un coupé caro, pero…

Disponible desde 32.000 €  -318i coupé Essential Edition-  es de media unos 3000 €  más caro que la berlina, aunque parte de ese sobreprecio viene dado por la inclusión de algunos elementos, como los faros de xenón, dentro del equipamiento de serie  -opcionales en la Serie 3 berlina- . Si bien es también más caro que muchos de sus rivales, en lo personal creo que por agrado de conducción, calidad interior, equipamiento y diseño, es un dinero bien pagado, aunque como siempre será decisión de cada comprador.


Como sabréis, el Serie 3 acaba de ser renovado, aunque esta renovación aún no ha afectado a todas las carrocerías, entre ellas la coupé. Tal vez sea posible encontrar buenas ofertas en los concesionarios antes de que esta preciosa versión también será renovada.

Así que ya sabéis: si estais buscando un coupé deportivo de verdad  -no solo su silueta-  y vuestro presupuesto llega a los 30.000€, no dejéis de mirar la Serie 3 de BMW. Conducirlo es una experiencia muy satisfactoria.

Desde aquí nuestro más sincero agradecimiento a Álvaro, amigo y propietario del coche

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