GRANDES COCHES DE LA HISTORIA: MERCEDES-BENZ CLASE S (parte I)


Conozca el significado de la seguridad, el confort y el dinamismo en la nueva Clase S, reza la página web de Mercedes-Benz. Y la verdad es que, salvo el dinamismo  -en este blog entendemos el dinamismo de otra manera-  no les falta razón a la marca de la estrella.

Me apuesto mi CLK GTR en escala 1:18 a que alguno se sorprende por la inclusión de la aprentemente no demasiado legendaria berlina de representación de la firma de Stuttgart. Lo que mucha gente desconoce es que la Clase S, además de una berlina carísima para gente con chófer, es y ha sido una especie de laboratorio rodante mediante el cual Mercedes ha estado continuamente sacando innovaciones, algunas muchos años antes de que las equipase la competencia. Esta es la historia del Sonderklasse: la clase especial.

Los inicios de la marca en el gran lujo datan de 1904, con el Mercedes-Simplex como punto de partida. Le seguiría el Nürburg de 1928 y el 770 Grand Mercedes, pero vamos a dejar un poco de lado esos viejos "carruajes" y a empezar con el W186, más conocido como Mercedes 300.

Mercedes 300 "Adenauer"

Aparecido en el '51, ya terminada la terrible II Guerra Mundial. Recibió el apodo de Adenauer, fruto de la predilección del canciller alemán de mismo nombre por la que fue el coche más grande del país. Fue el primer coche en equipar un habitáculo ventilado y aire acondicionado, y contaba ya con innovaciones curiosas como unas puertas diseñadas para permanecer cerradas en caso de choque. También incorporaba un sistema activable desde el salpicadero que endurecía la suspensión trasera mediante una barra de torsión, Competía de tu a tu con el Rolls-Royce Silver Cloud, al que igualaba en lujo.

En 1954 aparecerían los Ponton, conocidos así por la forma de su parachoques cromado. Además de su por entonces conocida comodidad, destacó por un sistema de frenos servoasistido con tambores refrigerados con una capacidad de frenado equivalente a las de las berlinas de los '70, esto es, 16 años posteriores. Ya por esta época, algunos motores Mercedes empezaban a usar un sistema de inyección mecánico desarrollado por Bosch.

Mercedes Heckflosse, también llamado "Fintail"

A punto de entrar en la década de los '60 Mercedes lanzó la serie W111, apodados Fintail por esa especie de aletas que bordean la tapa del maletero  -más exageradas y reconocibles en los coches americanos de la misma época- y con un diseño más reconocible.

Equipados con motores V6 de hasta 160 CV, fue posiblemente el primer coche en el que se tuvo realmente en cuenta la protección en caso de accidente: Béla Barenyi, reconocido ingeniero austrohúngaro que pasó a la historia por ser pionero en seguridad pasiva de automóviles, diseño una estructura de gran resistencia dotada de zonas de deformación, amén de elementos acolchados en el interior que amortiguaban y desviaban la energía en caso de impacto. Incorporó también frenos de disco en las versiones más altas y con él aparecieron los cinturones retráctiles con tres puntos de anclaje.

Mercedes 600

Si con el Adenauer ya sacábamos a colación a Rolls-Royce, con el Mercedes 600 (W100) de 1963 ya podemos decir que a los ingleses les había salido su rival definitivo. Casi cinco metros y medio y más de 2.500 kilos eran la carta de presentación de un coche que equipaba todo lo imaginable en su época. Para la ocasión, Mercedes colocó bajo el capó un bloque V8 de 6.3 litros que ya quisiera para sí más de un camión, al que podía ir asociado un embrague automático. De los 250 CV que producía, una buena parte se iban en alimentar enorme sistema hidráulico que se encargaba de todo: accionar ventanillas, puertas, asientos...

Existieron dos versiones del 600: el Pullman, que pasaba de largo de los 6 metros y podía tener 6 puertas, y el Landaulet, similar pero con la parte trasera descapotada destinada a las grandes personalidades de la época.

Ojo con lo que podía llevar dentro: televisiones, neveras, teléfonos... El nivel de lujo y personalización alcanzaba cotas que aún hoy nos dejaría atónitos.

El 280 SEL y el 300 SEL (W108/W109) es posible que, como a mí, te sean mucho más familiares  -esas llantas...-  , incluso puedes toparte por ahí con alguna unidad. Apareció a mediados del año 1965. Se produjeron nada menos que 400.000 unidades durante los siete años que estuvo en venta, una cifra notable teniendo en cuenta que del 600 solo se produjeron 2.677, todas ellas por encargo.

Mercedes 300 SEL

Destacó entre otras cosas por su suspensión hidroneumática, de largo más avanzada que la suspensión neumática que tenía un Cadillac, por poner un ejemplo, que era poco menos que una barca comparado con el comportamiento del Mercedes, que en la época se tildaba de ágil, que no es poco dado su peso y tamaño.

Pero sin duda el protagonista fue el ya mencionado 300 SEL, una berlina rapidísima solo apta para los bolsillos más pudientes que rezumaba clase y lujo en su interior.

Primer Mercedes denomidado S. Si nunca habéis visto uno de estos con una kilometrada del copón, no habéis visto nada.

El sucesor, de nombre interno W116, fue el primero en llamarse Clase S y se produjo entre el '72 y el '80. Fue el primer sedán en montar un motor turbodiésel  -300 SD de cinco cilindros en línea, tres litros y 110 CV-  y también pionero en equipar la gran revolución de la época: el ABS que desarrolló, cómo no, Bosch. Continuando con los avances en materia de suspensión, podía optarse por una suspensión hidroneumática auto-nivelable mejorada, muy similar a la que ya tenía Citroën tiempo atrás. Por aquel entonces, los franceses también eran unos adelantados a su tiempo. Atrás quedó la suspensión trasera de semiejes oscilantes, dando paso a un esquema más moderno de doble brazo transversal.

En temas de seguridad, Mercedes seguiría trabajando en la indeformabilidad del habitáculo, estudiando especialmente en esta generación el impacto lateral, zona en la que se emplearon tambien materiales de muy alta resistencia. A la vez, se continuó implementando nuevas zonas de deformación programada, tanto delante como detrás, y evitando que el interior fuese agresivo con los ocupantes en caso de choque.


El buque insignia de la familia W116 fue el salvaje 450 SEL y el 6.9 litros que ocultaba bajo el interminable capó, cuyos 286 CV lo catapultaban a 240 km/h. Cabe destacar el acertado y moderno diseño de este primer Clase S que tanto inspiraría a sus sucesores, pudiendo ver en todos ellos un cierto aire familiar. Como apunte, el S fue Coche del Año en 1974.

Evolución del diseño, con el w116 arriba y sus dos sucesores inmediatos. Los cambios son sutiles, pero bien ejecutados y elegantes.

Nos dejamos cuatro generaciones más para la segunda parte, que sorprenden más si cabe que las anteriores. Quién tuviese chófer y dinero...
 

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