ADIÓS, DEFENDER, ADIÓS...


La boca de los Rolling Stones, la lengua y los pelos de Einstein, el toro de Osborne... Aunque hay una gran cantidad de ellos, tener un icono no es tarea sencilla: no solo tienes que tener algo bueno y distinto, sino que además la gente tiene que elevarlo a esa categoría de “icono”. Por eso cuando alguien posee uno, lo suyo sería cuidarlo y perpetuarlo por todos los medios posibles. Eso es justamente lo que no ha hecho Land Rover, que pondrá fin al brillante Defender en diciembre de 2015.

Al parecer, son la imposibilidad de superar las emisiones contaminantes lo que han hecho a Land Rover poner fin a su existencia, cosa que me creo a medias. Poner un motor que cumpla Euro VI es perfectamente posible, otra cosa es que sea económicamente rentable invertir dinero en un coche que se vende ciertamente poco. Ahí ya entra lo que piensen en Land Rover acerca de su icono: quizá les importe un huevo tener un coche que da a la marca esa imagen de fiabilidad, dureza e incombustibilidad.


Ya hemos visto en otras ocasiones que no todas las marcas siguen la filosofía de Land Rover: la alemana Porsche que no hubiera podido vivir de su icónico 911, lo mantiene vivo gracias a la actual diversificación de su gama  -incluidas algunas versiones diésel difíciles de digerir para algunos-  .Y no solo lo mantiene vigente, sino que lo hace con una salud envidiable. 
El fabricante inglés de 4x4 podría hacer lo propio, reinvirtiendo parte de los beneficios que le dan sus populares Range Rover, Evoque, etc. en mantener viva la leyenda. Casi podría considerarse gasto publicitario.

¿Problemas en la línea de producción?

Leo en Motorpasión una teoría muy interesante de un aficionado (jm_garrido): al parecer, la producción del Defender es muy cara: el antediluviano chasis de largueros y travesaños junto con los paneles de aluminio remachados eran baratos de fabricar en la Inglaterra de la postguerra, cuando sobraba material de los aviones desguazados de la guerra. Ahora, Land Rover no puede competir con las estructuras monocasco actuales de fabricación robotizada. La automatización del remachado de aluminio es costosa y los números no salen.


Desde luego es una teoría con mucho sentido y explicaría en buena medida por qué un coche como el Defender, que es mecánicamente sencillo, hace 20 años que no pasa por una mesa de diseño y que trae el equipamiento justo para pasar la tarde, cuesta casi 27.000€. Imagino que, además, la línea de montaje donde se produce está amortizada por lo menos desde el ’75. En cualquier caso, la solución es la misma que la del problema de las emisiones: señores de Land Rover, invertid unos milloncejos en ponerle una carrocería más asequible, que estoy seguro de que para una empresa como la suya no supone ningún reto de ingeniería.

¿En serio, Land Rover? ¿EN SERIO?
Sea como fuere, la decisión parece estar ya tomada, de hecho está previsto un sustituto para cuando la retirada sea efectiva. El concept ya lo hemos visto, y mucho me temo que el producto diferente no será muy diferente: un SUV con ínfulas y mucho aparatito electrónico intentado emular a su abuelo el Defender. El Ryan Reinolds y el Charles Bronson de los coches: a la hora de darse guantazos, no hay color.



Contenido extra

Haz esto con otro todo terreno. ¡Luego ve a casa a por un cubo y una pala y recoge los trocitos! (Si es un SUV, ve dándolo de baja en la DGT)
De verdad, no lo intentes. Ese X5/Touareg/XC90 está mejor en el garaje con una mantita por encima, neumáticos M+S incluídos

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