ALFA ROMEO BRILLA EN EL SALÓN DE GINEBRA





Hoy abría sus puertas el Salón de Ginebra, uno de los eventos más importantes del año en materia automovilística. Aunque muchas de las novedades ya han sido desveladas en forma de teasers, imágenes robadas y otros adelantos, ha habido un gran revuelo por conocer en vivo lo que serán las grandes joyas del salón: El McLaren P1, el Porsche 918 y el Ferrari F-150, tres supercoches que rondan o superan el millón de euros de los que hablaremos pronto.

No obstante, para mí el rey del salón, con permiso de todos los demás, es el Alfa Romeo 4C: desde mi punto de vista uno de los coches más bellos de los últimos años. No podía ser de otra forma teniendo en cuenta que comparte las líneas maestras de su diseño con el increíble 8C Competizione.
Mide exáctamente 399 centímetros de largo, un par de metros de ancho y no es más alto que un niño de ocho años. Estéticamente es difícil de describir, caería en un sinsentido de calificativos ridículos, es mejor apreciarlo en las fotos. Personalmente agradezco a Alfa que utilice esas preciosas llantas, similares a las que ya equiparon otros como el 147 GTA o el propio 8C.



El interior emana deportividad, con cuero, alcántara y fibra de carbono presidiendo la mayoría de los acabados, que lucen en negro a excepción de las costuras, que serán blancas o rojas en función del color escogido para la carrocería.

El cuore del 4C ya era conocido, un bloque de 1750cc turboalimentado que rinde 240 CV y hasta 350NM de par. No parece una potencia excesiva pero, si digo que en vacío no llega a los 900kg de peso, la cosa cambia mucho, ¿verdad? Para lograr este ridículo peso han empleado de forma masiva la fibra de carbono y el aluminio  -el monocasco que conforma la estructura principal pesa 65 kg-  ,dejando el plástico de alta resistencia para los paneles de la carrocería. Todo ello empleando tecnología extraída directamente de la Fórmula 1.




Motor central, reparto de pesos 40%-60%, de 0-100km/h en 4.5 segundos, selector DNA con un modo adicional Race, dirección que prescinde de la asistencia eléctrica  -todo un guiño a los más puristas-  ,transmisión de doble embrague TCT en seco de 7 velocidades, admisión y alzado de válvulas variable... y un sinfín de términos que sólo me hacen soñar con encontrarme por la calle 60.000 € en una mochila perdida.

¿Se le ha ido la mano a Alfa con el precio? Bueno, es lo que tiene el empleo de materiales aún exóticos como la fibra de carbono, aplicación de costosas tecnologías de competición... pero pienso que sigue siendo más bien caro, quizá para darle un mayor halo de exclusividad.

Yo ya estoy ahorrando.


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