GUERRA DE SEXOS AL VOLANTE


Hoy vamos con un tema de los que dan para horas y horas de enconado debate: ¿quién conduce mejor, ellos o ellas?
Soy de los que piensa que nunca llegaremos a ningún consenso sobre este tipo de discusiones mientras no aceptemos que, si bien un hombre y una mujer tienen muchas e importantes similitudes, hay muchas cosas que nos hacen no mejores ni peores, sino diferentes.

Las estadísticas no engañan... ¿o si?


He tomado estos interesantes datos del instituto vasco de estadística Eustat. Corresponden al número de accidentes en dicha comunidad autónoma desglosados por sexo y lesividad durante el año 2010.
Las cifras no dejan mucho lugar a las dudas: 9.903 conductores chocaron en carretera, y solo 2.835 conductoras hicieron lo propio. En cuanto a la gravedad de los accidentes, es muy similar para ambos sexos: los hombres salieron más veces ilesos que las mujeres  -83% frente a 75%, respectivamente-  aunque ellas mueren o se lesionan de gravedad en menor proporción. Ahora ya sabemos porqué en las aseguradoras a mí me atienden con un pasa montañas y a las señoras le regalan hasta el mostrador.

Eso en cuanto a los datos, pero como dijo alguien, "hay tres tipos de mentiras: la mentira, la maldita mentira y la estadística". Y es que, si bien con los números en la mano las cosas están muy claras, no es oro todo lo que reluce.

¿Tu corres? Pues yo mas!

La actitud. Esa es una de las claves de que las mujeres tengan menos siniestros. Siempre he creído que la mujer-tipo es mas prudente, empatiza mucho mejor, tiene un mayor respeto por la ley y ve el coche como una herramienta. Cierto es que quizá sea mas propensa a los despistes "tontos", pero suple esa carencia con creces gracias a todo lo anterior.
En cambio, a los hombres a menudo nos flaquea la educación, preferimos increpar a asumir culpas y creemos que la ley esta para tocarnos las narices. Por si fuera poco, el porcentaje de hombres  -jóvenes principalmente-  al que se le acelera el corazón a la vez que el motor es alarmantemente mas alto que en el caso de las féminas. Cada año que pasa se tiende mas a la homogeneidad en estos aspectos, pero sigue siendo palpable todo lo arriba comentado.

¿Que podemos decir en favor mi sexo? Pues que al volante somos más numerosos que ellas, que cuando una familia viaja, lo normal es que sea el hombre de la casa el que conduce, que ellas realizan muchos más trayectos cortos y que en general su kilometraje es menor, hechos todos ellos bastante contrastados.
Tal vez nosotros conduzcamos mejor  -entendiendo esto como que dominamos mejor el vehículo y las situaciones-  pero estoy convencido de que ellas circulan mejor.


¿Qué pasa con mi familia?

No quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de algunas mujeres de mi gran y moderna familia, por si luego alguien me tilda de machista  -esas feminazis, que diría Reverte-  , y porque considero que son bastante representativas de los tiempos que corren.

Empiezo por mi favorita, mi madre. No es precisamente habilidosa cuando se pone a los mandos, y como a bastantes señoras  -especialmente las que, como ella, se sacaron el carné relativamente tarde-  , la penaliza el miedo a que "pase algo". Súmale que, si la obligas a conducir otro coche que no sea el suyo, le da un pasmo y se me queda en el sitio. Sin embargo, es de una prudencia infinita, jamás ha superado la velocidad recomendada y piensa 36 veces las cosas antes de llevarlas a cabo. Las cualidades superan ampliamente los defectos, por eso mi querida madre tendrá siempre el coche crismao, como ella misma suele decir, pero difícilmente tendrá un accidente medianamente serio.

Por otro lado, tengo dos primas que son diametralmente opuestas a su tía. La que vive en Valladolid, sin ser fanática de los coches, tiene ciertos conocimientos sobre el mantenimiento de su Megane  -lo arranca cuando hiela y esta parado mucho tiempo y cosas por el estilo-  , sabe para que sirven todos sus botones y si bien no está como una cabra, suele ir mas bien "ligerilla". La otra, de Barcelona, es un poco parecida, y lo mismo conduce un Passat de 4.8 metros que un compacto de tres y medio, esquiva autobuses por la Diagonal como el más aguerrido de los taxistas y estoy convencido de que alguna vez que ha tenido prisa, ha corrido por la autopista (que me perdone si no es así).

Con estos ejemplos lo que quiero decir es que las cosas cambian, que ellas son cada vez mas diestras sobre el asfalto y que el "mujer al volante, peligro constante" tiene, si cabe, menos sentido hoy. Ni una chica es sinónimo de obstáculo ni un chico de viaje seguro. Además, tengo que reconocer que, en las maniobras más macabras que he visto, siempre habia un varón tras el volante.

PD: No quiero irme sin "fastidiar" un poco a las chicas con un video que es realmente espectacular e increíble. La mujer ser merece un aplauso.


 


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