CAPRICHOS AL ALCANCE DE TU BOLSILLO (II)



La semana pasada nos habíamos propuesto plantarle cara al coche familiar y proponer unas cuantas alternativas a todos esos hombres  -y mujeres, que aunque menos, seguro que las hay-  poco dispuestos a sacrificar su pasión por los coches en favor de una mayor comodidad familiar. La premisa básica era no pasar de diez mil euros, dejando en torno a seis mil para mantenimiento y posibles visitas al taller. En total hace una suma equivalente a la que nos pedirían por un monovolumen medio.

Habíamos visto unos cuantos coches alemanes y americanos de lo más apetecibles y en esta ocasión haremos lo propio pero con modelos italianos, franceses y algún inglés. Me gotea el colmillo como a los perros de Pavlov solo con pensar en subirme a alguna de estas joyas.

Ah, la bella Italia…

Bueno, vale, me he saltado el límite presupuestario pero, ¿acaso no lo merece esta preciosidad de 348 tb? Uno se pone nervioso solo con imaginar los 300 CV de su V8 ahí mismo, justo bajo el pie. Las branquias de las puertas, las llantas con forma de estrella y ese reluciente rosso Ferrari tienen que poner los pelos de punta cada mañana al verlo a la puerta de casa.

Sí, son treinta mil euros, que es justo lo que pagarías por un Zafira Tourer con el triple de plazas… pero la mitad de caballos, de estilo y de diversión. Parte de la familia tendrá que sacarse el bonobus, pero es que es un Ferrari. ¡UN FERRARI!

Lo más probable es que necesitases varias vidas para convencer a tu pareja, así que contemplemos  otras opciones, como el precioso Alfa Romeo Spider del 85 que veis abajo en la foto. No es el coche más prestacional del mundo, apenas pasa del centenar de caballos, pero tiene glamour para detener un tren.

Lo normal es no poder permitirse el perder tanta funcionalidad, pero gracias a coches como este Fiat Coupé Turbo o el Lancia Delta Integrale esto se soluciona en gran medida. Ambos tienen motores que rondan los 200 CV y algo más de sitio para llevar juguetes y trastos que en los modelos vistos antes. Aunque no salga en las imágenes, he visto un Maserati Quattroporte Evoluzione que no tenía en absoluto mala pinta. La puesta a punto quizá no tenga mucho que ver con la del Ferrari del principio, pero os aseguro que de motor tiene muy poco que envidiarle.


La aportación francesa

Los franceses saben hacer varias cosas bien, como meterse con Nadal, tocar las pelotas a nuestros camioneros cerca de la frontera o pequeños cochecitos endiabladamente rápidos. Valgan como ejemplo estos dos Clios: el viejo Williams de toda la vida  -que marcó una época-  y otro más reciente, el firmado por Renault Sport, con 200 CV en poco algo más de 3,5 metros. Aunque para juguete, el Twingo RS. ¡Eso si que es un buen compañero para callejear y no la bicicleta!


Defendiendo la drapeau tricolore otros dos pequeños contendientes: el Peugeot 106 Rallye y el 206 GTI. De este último he encontrado una unidad lista para hacerte sentir como Gilles Panizzi. La verdad es que a su dueño no se le ha dado mal repruducir la decoración que protagonizó tantas y tantas gestas en el WRC.

Un poco más grande pero no más práctico el siempre interesante 307 CC, descapotable con 180 CV para poner la melena  -o lo que quede de ella-  al viento. No podíamos dejar de lado al emocionante Mégane RS, brillante GTI que, en tramos con curvas, es capaz de distinguir a los hombres de los niños.



Lo mejor de las Islas Británicas

Los ingleses, que aunque algo estirados tienen mucho que decir sobre coches, también colaboran con un puñado de caprichos listos para disfrutar. Fantástico este Lotus Elan 1.8 turbo, que representa perfectamentea los típicos pequeños deportivos ingléses de los '60.

Y hablando de pequeños, ahí está, inasequible al desaliento, el Mini. Ojo, que no me refiero a ninguna de las reinterpretaciones que BMW ha tenido a bien fabricar, sino al Mini original, al de siempre. Entre la moto de un pizzero y este clásico, ¡no sabría decir cual se movería mejor entre el tráfico!



Más preparado para viajes largos, este Jaguar XK8 puede cumplir tus expectativas y sueños más húmedos. Oir ese V8 de aspiración atmosférica tiene que ser todo un regalo para los oidos, aunque tiene un defecto muy importante: con 290 CV, tiene que ser harto complicado no ir dejándose por todos lados los puntos del carnet.

Hasta aquí los caprichos de hoy. Viendo estos ejemplos que he encontrado, no me importaría llegar pronto a la crisis de los cuarenta. Nos queda una última entrega con lo mejor del país del sol naciente, donde hay muchísimos coches interesantes. Hasta pronto y... domo arigato!

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