AMÉRICA vs EUROPA, 2ª PARTE



Seguimos dándole vueltas a los coches americanos y los europeos, o mejor dicho a sus diferencias. En la primera parte hablamos de los motores, de los chasis y del tamaño, sacando interesantes conclusiones. Ahora iremos con otros aspectos igualmente interesantes.

Calidades inferiores y precios asequibles

Se tiende a decir que los interiores de los coches norteamericanos son de menor calidad que los europeos. Tal vez no sea exactamente así, sino que son más sencillos, con menos gusto por el detalle y con mayor durabilidad. Aquí hay muchos vehiculos que lucen espectaculares acabados en el concesionario y que a los pocos años, el bonito cromado se empieza a desconchar y el revestimiento de piel del volante de cuero beige comienza a perder su color.


En cambio, los americanos siempre han apostado por interiores más sufridos, que resisten mejor el día a día. En cualquier caso, a veces el escaso gusto es evidente, sobre todo en algunos modelos que abusan de la espuma inyectada y los plásticos poco aparentes. Hablamos siempre del coche medio, pues existen marcas como por ejemplo Lincoln que poco o nada tienen que envidiar a Mercedes en cuanto a refinamiento.

En lo relativo a los precios, la diferencia la marca principalmente el tipo impositivo que se aplica a los vehículos. Mientras que aquí tenemos un 18% de IVA, en USA varía en función del estado, pero se mueve entre el 6% y el 9% aproximadamente, según el estado. Además de esto, nosotros pagamos un impuesto de matriculación  -según lo que contamine el coche-  que puede llegar al 14,75% en el caso de los motores mas potentes, lo cual unido al IVA es un sablazo a tener en cuenta.


Además de los impuestos, hay otro motivo no menos importante, que es el nivel tecnológico de los coches. Como ya hemos dicho, tradicionalmente el coche americano es una máquina más sencilla, mas simple que sus homólogos europeos. Hasta no hace tanto usaban esquemas de suspensión, sistemas de seguridad tanto activa como pasiva o mecánicas que aquí ya considerábamos anticuadas. Eso reduce sensiblemente el precio, pues el gasto en investigación o desarrollo de los modelos es menor, así como su producción.

Mercado más dinámico


Con unos impuestos más bajos, se fomenta mucho el consumo. Incluso tengo entendido que en algunos estados, comprar un coche desgrava. Y en cuanto al mercado de segunda mano, que decir: hay coches para todos los bolsillos. En europa es mucho más frecuente tener un coche hasta el fin de su vida útil  -es decir, hasta que arreglar la última avería es más costoso que el coche en sí-  pero allí, con motores más sencillos y vida media mucho mayor, te puedes comprar por 500 dólares un Chevrolet de antes de la última glaciación pero que aún anda que se mata. Encima grande, espacioso y seguro que con una potencia mucho más que suficiente. Si quisiéramos hacer algo similar aquí, la cosa andaría entre un Renault 7 con 45 cv o un Opel Kadett con solo tres cilindros funcionales.

La globalización, esa gran enemiga

Con todo este fenómeno de la aldea global y demás cuentos que oímos por la tele, estamos perdiendo las diferencias que hacían interesantes ambos mercados. Con el fin de ahorrar costes, las marcas cada vez más frecuentemente diseñan los coches teniendo en cuenta los gustos de aquí y allá, de tal forma que sus coches sean interesantes en ambos continentes o los cambios a introducir sean mínimos.

Ford Focus. Las diferencias con el europeo son escasas
Además, se están produciendo cambios en los dos mercados que nos acercan: por su parte, la gasolina empieza a no serles tan barata y están asistiendo a una reducción, poco importante pero paulatina, de las cilindradas de esos enormes motores a los que estaban acostumbrados. Tecnológicamente también se están colocando al nivel europeo. Por la parte que nos toca, hemos descubierto hace relativamente poco lo que es un coche low-cost  -Dacia popularizó este fenómeno con el Logan-  y empezamos a ver como se llenan nuestras calles de coches “grandes”  -4,6 metros-  pero de menor calidad, con menos equipamiento y precios más reducidos, como es el caso del Seat Exeo, el Fiat Linea o los próximos Skoda Rapid/Seat Toledo. Un tipo de coche muy frecuente al otro lado del charco.

Por favor, que nadie lea entre lineas "america=coches malos" ni clichés de ningún tipo. Simplemente hemos generalizado para entender el porqué de las fácilmente apreciables diferencias entre los autos de aquí y de allá. Cada uno con sus ventajas e inconvenientes y adaptados a su medio, la oposición de conceptos ha provocado que aquí podamos importar y disfrutar coches que solo podíamos disfrutan en el cine. 

Bienvenidos, gringos, si traéis un V8 bajo el brazo.



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