MÁS PRESTACIONES POR POCO DINERO: NEUMÁTICOS Y LLANTAS



Ganar potencia y mejorar el comportamiento del coche sin dejarnos un riñón es el sueño de cualquier aficionado. Un sueño que, respondiendo a la pregunta con la que comenzamos, es factible... a medias. Depende de varios factores, algunos obvios como cuánto considere uno que es poco dinero o lo manitas que seamos y otros no tan evidentes como lo que esperemos del coche o el uso que le pretendamos dar  -nunca es fácil posicionarse en este sentido antes de "acometer la obra"-  o el tipo de coche que tengamos.

Lo que hay que tener claro antes de empezar es que no existen los milagros: ningún filtro de aire te va a dar 15 CV, ningún colín de escape te hará ganar 10 km/h de punta y no vas a convertir el Lexus LS 400 de tu padre en el arma definitiva para los puertos de montaña.

Empecemos por lo fácil
No por manifiesta que sea la solución vamos a dejarla de lado: una buena elección de neumáticos es algo fundamental y que notaremos inmediatamente. No nos darán más velocidad en línea recta, pero mejorarán mucho el paso por curva. Luego está el olvidado tema de las presiones: jugando con ellas  -siempre dentro de los límites de lo razonable-  podremos cambiar de forma palpable el comportamiento del coche, adaptándolo a lo que queremos de él.

"Voy a quitarle unas décimas a ver si no se me va tanto de morro"

Hay mucho y muy bueno donde elegir: además de marcas tradicionales como pueden ser Bridgestone, Michelin, GoodYear o Pirelli, hay otras que seguramente no conozcas y que tienen modelos muy interesantes no solo por rendimiento, sino a veces también por precio. Me refiero a fabricantes como Falken, Toyo, Kumho, Federal... En internet encontrarás mucha información al respecto, pero deberás filtrarla con sentido común porque encontrarás "cuñados" que han probado 50 o 60 neumático distintos  -ya, ya sé cómo me dices...-  y los comparan todos de primera mano o personajes que una vez pusieron la marca TAL modelo PASCUAL y dicen que se le iba el coche a 35 km/h, cuando resulta que dicho modelo era el modelo más barato de la gama más baja y encima lo compró de segunda mano.

Tienes gomas con una buena relación calidad/precio como las Toyo Proxes T1R o las Falken FK452. También tienen buenas opiniones las Bridgestone Potenza RE050  - las probé en el Mégane TCe 180-  , las Continental ContiSport, Michelin Pilot Sport... y de ahí para arriba, lo que tu bolsillo te permita, claro.

Como opción radical tienes los semislicks, aunque no sirven para cualquier perfil de conductor. Los Federal 595 RS-R tienen una gran relación precio/rendimiento y cierta fama en las tandas. En esta entrada de FuelWasters los prueban y salen bien parados, aunque el problema está, como decía, que hay que ser un poco "quemado" para montarlos y en ciertas circunstancias, como con lluvia o el asfalto muy frio, que llegan a ser delicados, a cambio de un agarre en seco lejos de los neumáticos más convencionales.

El postureo de las llantas

Seguro que os habrés fijado en esta moda que hay ultimamente de calzarle unas llantas terribles a modelos sin ninguna aspiración prestacional, simplemente para hacer creer que sí la tiene, dotando al modelo en cuestion de una imagen más agresiva y deportiva aunque bajo el capó haya un discreto motor de 90 CV repleto de plaquitas palabras como "green", "blue" o "efficient". Resulta curioso ver como hoy cualquier Clio dCi lleva las mismas 17" que un Porsche 911 de hace 10 años.

Lo cierto es que la única ventaja de montar llantas de un par de pulgadas más sólo es estética, porque la mejora en cuanto estabilidad sólo es relevante en coches realmente deportivos y potentes de verdad que ya traen un tamaño ajustado a su rendimiento.

Deportivo, preciosas y adecuadas llantas de 15". Qué tiempos...

Por el contrario, tendremos que lidiar con una menor agilidad, un consumo mayor, una merma importante de confort de marcha y un sablazo importante a la hora de cambiar los neumáticos, que han de crecen en diámetro y anchura. Pero lo más importante y casi paradójico es la pérdida de prestaciones, que puede llegar a ser considerable cuanto menor sea la potencia del motor. Al aumentar el diámetro, lo que estamos haciendo es incrementar el desarrollo final, como si de repente tuviéramos las marchas más largas. El coche alcanza una velocidad punta mayor a costa de acelerar menos. Es interesante ver en esta prueba de Car and Driver la merma que supone en el 0-100 y el 0-160 km/h, y eso en un Golf de 170 CV y una buena cifra de par, imagináos algo más modesto.

Otro inconveniente nada desdeñable es el aumento de peso por cada rueda, pero aquí ya tendríamos que hablar de la masa no suspendida y el impacto de la inercia rotacional en la dinámica del coche, cosas que darían para su propio artículo. A modo de resumen, diremos que cuanto más peso cuelgue de la suspensión, peor. Bastante peor.



Esto es básicamente lo que podemos hacer en lo tocante a las ruedas, pero para mejorar nuestro coche aun nos queda hablar de suspensiones, frenos, motor... Cosas que dejaremos para la próxima entrada.

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