WRC 2013: MI BALANCE


Con el reciente Rally de Gran Bretaña  -que no pude seguir por falta de tiempo-  se pone punto final a una temporada en la que hemos asistido a una transición perfecta entre el escepticismo y la desolación: escepticismo al ver cómo, aunque la se hicieran con un gran segundo puesto en Montecarlo, pocos se creían del todo ese potencial de Volkswagen. Y desolación al comprobar cita tras cita que el el tridente Ogier-Ingrassia-Polo causaba devastación en cada tramo cronometrado. Poco se puede decir de Seb II, nuevo rey de la especialidad. La ausencia de calificativos es el mayor piropo.

La tremenda temporada del equipo, que bien pudo haber acabado con doblete su primera participación mundialista, se ha visto empañada por Latvala, que en mi opinión ha rendido bastante menos de lo debido. Son casi 130 puntos por debajo de su compañero de equipo, se me antojan demasiados. Jari-Matti es un piloto rápido, rapidísimo, pero sigue cometiendo una cantidad intolerable de errores. El buen tramo final de campeonato realizado, que ha servido para maquillar el resultado final pero no para ser subcampeón, no me convence de lo contrario.


Enfrente del equipo alemán, Citroën y M-Sport. De los franceses poco queda de aquel equipo que dominó el mundial durante una década. Tras la marcha de Loeb, el equipo parece un pollo sin cabeza. Las decisiones equivocadas se han sucedido a lo largo de toda la temporada, empezando por dejar escapar a Neuville  -brillante piloto, el joven belga-  , continuando con quitarle el volante a Sordo en Australia para poner a Chris Meeke  -sí, habéis leído bien-  y terminando con errores de bulto como ganarse una sanción por contabilizar mal los chasis. La rumorología tampoco apunta a un cambio a mejor en la próxima temporada ni tampoco una mayor implicación de Citroën  -centrada ahora en su desembarco en el WTCC-  en el programa de su división de rallies.

Sobre sus pilotos, las opiniones son contradictorias: Loeb aparte  -el alsaciano no es de este mundo-  , he visto a un Hirvonen flojísimo a lo largo de toda la temporada, casi siempre lejos de los tiempos y ahora mismo no le recuerdo con opciones serias de ganar un rally, quizá en México o Grecia, aunque hablo de memoria. 


La temporada de Sordo tampoco ha sido brillante, desde luego: tras un notable Montecarlo, sus resultados fueron irregulares, demostrando que en tierra está un punto por debajo de pilotos como Ogier o Latvala. Su enorme competitividad sobre asfalto le hizo brillar en la segunda mitad de la temporada, especialmente en Alemania donde selló su primera victoria. Lástima que no pudiese protagonizar un papel similar en el RACC. El balance final de la temporada son 123 punto, a solo tres de Hirvonene con un rally menos disputado  -Australia-  y pagando el despropósito de los chasis de Gran Bretaña  -partió con cinco minutos de retraso por el error del equipo con los chasis- .

El tercero en discordia  -por orden de mención, no de resultados-  , M-Sport, tampoco ha tenido en esta su temporada más brillante, aunque personalmente reconozco que abandono de Ford no les sentó tan mal como esperaba. No obstante, ni Mads Ostberg ni Evgeny Novikov  -curioso que el ruso ha terminado un solo punto por encima de Loeb, que ha competido en solo cuatro pruebas, retirándose en una-  han estado a la altura de las expectativas, confirmando que la estrategia de pilotos por la que se decantó Malcolm Wilson no era acertada… salvo en un punto: el fichaje de Thierry Neuville, sin duda la revelación de la temporada, que ha firmado un sensacional subcampeonato en la última prueba del mundial. Lástima que el que para mí es el mayor acierto de M-Sport sólo vaya a durar un año: Neuville vuela a Hyundai.


De los secundarios, Prokop con el Fiesta y Mikkelsen con el Polo han sido quizá los más destacados. De este último, pese a haber protagonizado alguna actuación más que notable como el cuarto puesto en Grecia, esperaba algún podio que le confirmase como el gran piloto que es, aunque quizá esté exigiendo demasiado a un piloto que, no olvidemos, tiene veinticuatro años.

La próxima temporada más y mejor, o eso esperamos. Le entrada de Hyundai y el patrocinio de RedBull deberían servir de revulsivo a un campeonato que lucha por volver a ser lo que era en los tiempos de Sainz, Kankkunen y McRae. Le queda un largo camino, esperemos que lo recorra más pronto que tarde y sin desviarse de rumbos indeseados por los aficionados, por mucho que se quiera satisfacer a las televisiones.


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